Después de un largo rato sentada en el tercer banco, viendo
pasar unos personajes con sombreros puntiagudos y largas túnicas
negras, un silencio admirable, y Él, el esperado, sale por la gran puerta.
Un cristo crucificado sobre una gran estructura de madera, con una
gran lentitud avanza por el jardín de la universidad.
Fue breve, sin embargo, valió la pena.
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3 comentarios:
Hola!!aquí tienes el comentario que querías...hay que hacer hasta el copiado 86 y cada vez que lo leo me gusta más el título..la verdad es que engancha..tenías razón..y la redacción está muy bien, si es que tú haces todo bien carmen...besos
Es muy original, me ha gustado mucho.Sigue así.Oye, perdón por lo del lunes,esque estoy "atontao",ya hablamos.
Hola guapa!!que tal el finde?bs
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