
Esta historia empieza el día en el que el detective Raúl recibió una importante llamada desde un número desconocido.
-Si dígame -dejo Raúl.
-Tienes 24 horas- añadió el misterioso.
-¿Cómo?,¿24 horas?, ¿para qué?-preguntaba sin cesar.
-Para entregarme el dinero o matamos a tu hija.
-El detective enmudeció.
-3 millones de euros en una bolsa sobre el primer banco del parque. Y, recuerda 24 horas desde 'ya!.
El detective no sabía que hacer. Su hija estaba en peligro y él no sabía como conseguir 3 millones de euros en menos de 24 horas.
Pensó en la manera de poder salvar a su hija sin tener que pagar el rescate. Hasta que recordó que hace dos años tuvo un caso sobre un tal Julián, que se hace llamar "el pilas". Sin más dilación, fue en busca del "pilas", para pedirle consejo...
-Toc, toc, toc,...
-Pase, está abierta-Decía el pilas-.
-Soy yo,¿te acuerdas de mí?, soy Raúl-Dijo-.
-Hombre Raulsito, ¿Cómo te va?, ¿Para qué has venido?-preguntaba "el pilas"-.
-Tengo que hacerte una pregunta.
-Pero pasa tronco, pasa.
-Tu que estuviste metido en varios líos y eres un experto...Si secuestras a una niña y pides tes millones de Euros ¿Dónde dejarías a la niña?-preguntó preocupado-.
Sin duda la tendría en la casa abandonada que está en el callejón de la calle Don Francisco.
-¿Podrías llevarme allí? Tienen a mi hija y no sé como llegar a ese callejón.
Pues claro Raulsito¿Qué menos?-el "pilas y Raúl fueron en busca de la niña en la moto del"pilas". Cuando llegaron al callejón, subieron por las escaleras de la casa y allí estaba la niña, atada a una silla, amordazada y los ojos vendados.
-¡Cuidado papá detrás tuya!-Exclamó la niña-.
-¡Pium, pium!-El hombre misterioso salió corriendo ya que Raúl le había herido en el brazo.
"El pilas" desató los nudos de las cuerdas, le quitó la venda de los ojos y la desamordazó. Al fin habían conseguido salvar a la niña sin tener que dar los 3 millones de euros.
Raúl persiguió al misterioso hombre, hasta que lo perdió por los callejones, sin embargo, podía seguir el rastro de sangre que dejaba por la esquinas hasta que llegó a un portal oscuro, en la escaleras yacía el misterioso hombre que nada más y nada menos era su buen amigo Adrián.En esos momentos de ira, sintió ganas de martarlo, pero recordó que por encima de la venganza está la ley, por eso llamó a la policía donde tenía numerosos amigos y se aseguró que le cayera la pena más larga posible.
Espero que os haya gustado.
1 comentario:
Está mu bn se ve k t la as currao!!!
bno bezitoss tkmmmmm!!!!!!!!!
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